El componente mayoritario del pimiento está representado por los hidratos de carbono.

También contiene proteínas en pequeña cantidad y muy pocos lípidos. Esto unido a su elevado contenido en agua, los hace muy recomendables en dietas hipocalóricas.

Gracias a su alto contenido en caroteno es muy destacable el aporte de vitamina C, que supera con creces el de frutas como la naranja o incluso la fresa.

También son una fuente vegetal rica en vitamina A y, en menor medida, en otras como E, B1 y ácido fólico.

Entre los minerales, esta hortaliza contiene principalmente fósforo, potasio, magnesio y calcio.

Por último, en su composición se encuentra una sustancia llamada caroteno a la que se atribuye un efecto preventivo del cáncer de vejiga y páncreas.

El pimiento, originario de América Central, ganó sus mejores medallas en Hungría donde es la base de un plato tradicional: el goulasch.

En ese mismo país es donde un investigador descubrió que poseía vitamina C, lo aisló bajo forma de un polvo blanco cristalizado y le dio el nombre de ácido ascórbico, es decir, capaz de prevenir el escorbuto.

Se trata de una verdura que contiene muy pocas calorías (20 cada cien gramos). Además, es un alimento rico en fibra y llena, por lo que es muy recomendable para personas que siguen regímenes adelgazantes, especialmente para aquéllas que al someterse a una dieta siempre tienen hambre.