El congrio es un pescado azul que vive principalmente en el océano Atlántico.
Es una de las dos anguilas de mar comestibles.
La mejor época para comerlo es en primavera y otoño
La hora de comprar hay que distinguir dos partes claramente diferenciadas: la abierta, más próxima a la cabeza, y la cerrada.
La primera es más sabrosa y la que mejor se presta a la cocina.
La parte cerrada se consume en rodajas finas y muy fritas.
La carne del congrio es bastante fina y aromática y, aunque no tiene escamas, está llena de espinas, sobre todo por la parte de la cola; por eso, la cabeza del congrio es especialmente rica para hacer sopas de pescado.
Es necesario, antes de cocinarlo, quitarle la piel y además es conveniente que lo tengamos 1 ó 2 horas marinando en aceite, vinagre, sal y pimienta, dejarla reposar en el frigorífico durante dos o tres días antes de cocinarla.
La variedad gris del congrio nos proporcionará una carne más blanca y grasienta, pero de menor calidad que la variedad de piel negra.
Partimos el congrio en trozos finos y en una satén freímos el congrio pasado previamente por harina y sal.
En un mortero majamos dos dientes de ajo y perejil lo añadimos al aceite que quedo de freír el congrio. Se añade un poquito de tomate y colocamos en congrio en una cazuela y vertimos esta salsa.
Dejamos hacer a fuego moderado removiendo de cuando en cuando.
Podemos decorar a la hora de servir con pimientos, rojos y verdes, cortados muy pequeñitos.